ballet

El ballet se desarrolló en los siglos XV y XVI a partir de juegos de salón de baile y obras de teatro que se representaban en las cortes reales de Italia y Francia. El baile de escenario estuvo reservado para los hombres durante mucho tiempo. En la segunda mitad del siglo XIX, el ballet floreció en Rusia, donde se crearon obras maestras como "El lago de los cisnes", "La bella durmiente" y "El cascanueces". A principios del siglo XX, comenzó un renacimiento del ballet en Europa Occidental y América del Norte.

No fue hasta la segunda mitad del siglo XVII que la música de ballet como la conocemos hoy en día nació. La ópera francesa de los siglos XVII y XVIII tenía un énfasis en el ballet, y Mozart también escribió algo de música para la danza escénica. La música de ballet independiente surgió en el siglo XIX. Los ballets de larga duración del siglo XIX llevaron temporalmente a un dominio de la música sobre la danza, pero esto volvió a cambiar en el siglo XX.

El aprendizaje de la técnica clásica del ballet requiere años de entrenamiento diario a base de ejercicios de barra y milieu. Los ejercicios en la barra sirven para preparar el cuerpo y la técnica básica. Posteriormente, los pasos se practican en secuencias de pasos en el espacio. Las coreografías no se practican en una clase de ballet, los bailarines de escenario practican su técnica siempre y cuando actúen como intérpretes.

A lo largo de los años, los trajes de ballet se han vuelto más cortos y livianos, lo que permite movimientos más exigentes y técnicamente difíciles.