Instrumentos típicos
Originalmente, un conjunto klezmer tradicional constaba de un primer violín, llamado primer, un segundo violín, llamado segundo, y un bajo. Además, según necesidad y disponibilidad, se incluía un dulcimer martillado, llamado Zimbl, o un violonchelo. La melodía tocaba los primeros mientras que los segundos se contrapuntábamos y servían junto con los demás instrumentos para el acompañamiento rítmico.
Desde mediados del siglo pasado, el interés por el instrumento de viento-madera, el clarinete, aumentó entre los klezmorim. Por su sonido cálido y al mismo tiempo de largo alcance, el clarinete fue el instrumento ideal para afirmarse como instrumento melódico en grabaciones, en los pisos de orquesta de los teatros y en la radio. La construcción del clarinete también permite muchas técnicas de ornamentación. Con él, casi todos los adornos melódicos que ya se habían vuelto comunes con el violín podrían adoptarse y desarrollarse aún más. En América reemplazó por completo al violín y se convirtió en el instrumento solista preferido.
Klezmer se entiende principalmente como una rama del género de música del mundo.